En este capítulo esta la letra de una canción, así que intentare sacar la melodía, disfruta de la historia.
Capitulo 2: Una desagradable visita – parte 1
El amanecer era hermoso, los pájaros empezaron a cantar, las flores soltaban su perfume y algunos pétalos caían en la cara de la hermosa princesa Cantira, una sirvienta abrió la puerta de la habitación y se acerco a Cantira
Princesa, ya amaneció – dijo la sirvienta
De acuerdo, 5 minutos más – dijo Cantira
Unos minutos después cuando creía que nadie la molestaría, Rubí y Viana, las dos mejores amigas de Cantira se lanzaron en la cama.
¡Ay! ¿Chicas? ¿Qué hacen aquí? Creí que estaban en gira por Arimel – dijo Cantira
El hecho de que seamos cantantes famosas no significa que no veamos a nuestra mejor amiga – dijo Viana y las tres se abrazaron
Además, escuché que te casaras con el príncipe de Tárela – dijo Rubí
Sí, pero de un modo me escapare antes de la boda y mi padre no me encontrara y podre disfrutar de la libertad – dijo Cantira
Si fuera tú yo me casaría con el príncipe – dijo Rubí
Majestad, el carruaje llega en una hora – dijo una sirvienta
De acuerdo – dijo Cantira
¡Ya se! Te ayudaremos a vestirte – dijo Viana
No chicas, no tienen que molestarse – dijo Cantira
Vamos, no seas aguafiestas, solo te pondremos más hermosa que en los días anteriores – dijo Rubí con una gran sonrisa, Cantira las miro fríamente…
Bien… - dijo la princesa, y sus amigas empezaron a chillar de emoción
Te vamos a poner muy hermosa – dijo Rubí
Con un vestido bello y un gran peinado, así causaras una buena impresión – dijo Viana sacando un vestido largo color turquesa
No, no, no. El turquesa no, mejor es el vestido rosa – dijo Rubí
Oh no, claro que no, ni rosa ni turquesa – dijo Cantira
¿Puedes esperarnos? Estamos tomando una decisión – dijo Viana, la princesa suspiro y saco un vestido blanco y negro y se fue a cambiarse.
Pasaron varios minutos y Viana y Rubí no se decidían…
Oye, creo que mejor te vestimos de morado – dijo Viana
Si… estoy de acuerdo – dijo Rubí y apareció Cantira con el vestido blanco y negro
Oh… vaya, te ves encantadora – dijo Viana
Gracias – dijo Cantira
Blanco y negro… ¿Por qué no se te ocurrió? – dijo Rubí
Bien chicas, voy a desayunar… las veré abajo – dijo Cantira
De acuerdo – dijo Rubí
Guardaremos estos vestidos… que… nunca te pondrás - dijo Viana
La princesa bajo las escaleras delicadamente, hasta que escucho a su padre hablar con alguien.
Toma tu recompensa – dijo Olenso
No se moleste mi rey, no merezco la recompensa por algo que pudiera haberlo hecho cualquier persona – dijo Marek
Eres muy modesto… igual que tu padre. Además, que hayas informado donde estaba mi hija es algo muy grande, eras el único que estaba despierto y por eso, te doy la recompensa – dijo Olenso
Se lo agradezco mucho mi rey – dijo Marek
Yo soy el que te tengo que agradecer – dijo Olenso, con esas palabras, el joven salió del palacio.
Así que él fue quien me delató – pensó Cantira indignada, luego se fue al comedor a desayunar.
Cuando todos terminaron de comer, el carruaje real llego para llevar al rey, su esposa y la princesa al castillo del rey de Tárela. El viaje era largo… pero se disfrutaba mucho del paisaje, la princesa estaba en la ventana viéndolo todo…
Canción:
El viento en mi cara sentir
El sol iluminándose para mí
El aroma de las flores oler
Los caballos viéndolos correr
Es la sensación de salir
En un castillo encerrada no hay que vivir
Disfrutar mientras puedas de la libertad
Es como un sueño hecho realidad
La lluvia cae sin cesar
El sol brilla mucho más
Y al final del camino puedo presenciar
Una arco iris que alegría me da
Un olor de fruta huelo también
Es como el perfume que nunca imaginé
Las aves con su canto me hipnotizaran
En el césped me voy a descansar
Para luego el atardecer contemplar
Es como un sueño hecho realidad…
Llegamos querida – dijo Anabett
¿Tan pronto? – dijo Cantira
Estuviste todo el viaje viendo el paisaje, de seguro no sentiste que paso el tiempo – dijo Anabett
Si… tal vez – dijo Cantira
Al bajar, los soldados del palacio le avisaron al rey que habían llegado sus invitados, les hicieron pasar a la sala, que para ser sinceros, era inmensa, casi tan grande como del palacio de Escar
Bienvenidos sean al reino de Tárela – dijo el rey Mangón
Es un gusto estar con usted – dijo Olenso
Gracias, de seguro desean ver a mi hijo… ¡Priquel! ¡Llegaron nuestras visitas! – dijo el rey
De acuerdo padre, ya bajo – dijo el príncipe
Cuando bajo… los reyes y la princesa se quedaron con miradas sorprendidas
Les presento a mi hijo, el príncipe Priqueleo – dijo el rey
El príncipe, para ser sinceros, no era nada simpático… era un niño
Ahora si que estoy muerta – pensó Cantira